Tres principales diferencias entre VPS, servidores dedicados y hosting compartido

Cuando decides crear tu presencia online, una de las decisiones más importantes que debes tomar es elegir el tipo de hosting más adecuado para tu proyecto web. El alojamiento web es el hardware donde se almacenan los archivos y contenidos de tu sitio web y permite que esté en línea para que los visitantes puedan acceder y navegar en él.

En el mercado actual, puedes optar por diferentes tipos de hosting, que se diferencian entre sí por la forma en que asignan los recursos a los sitios web alojados, siendo los principales:

• Hosting compartido: es el tipo de hosting más utilizado por ser asequible y fácil de usar, ya que la empresa de hosting se encarga de su administración. Todos los sitios web se alojan en el mismo servidor físico y comparten recursos como CPU, memoria RAM, espacio en disco y ancho de banda. Por lo que cada sitio debe competir con los demás para obtener los recursos que necesita.
• Hosting VPS: el alojamiento en un servidor privado virtual (VPS) permite que cada usuario cuente con recursos exclusivos para su proyecto web, la tecnología de virtualización permite dividir un servidor físico en diferentes servidores virtuales, que aseguran que el hosting permanece aislado y cada cliente cuenta con recursos dedicados de CPU, RAM, ancho de banda y espacio en disco.
• Hosting dedicado: este tipo de hosting asegura un servidor físico con todos sus recursos de CPU, RAM y espacio en disco para tu proyecto web. Como usuario tienes control total sobre el servidor, es decir, puedes administrarlo por completo. Sin embargo, esta solución es costosa y solo es accesible para grandes empresas u organizaciones que requieren un entorno de hardware dedicado por razones técnicas o regulatorias.

Disponibilidad de recursos

La mayor desventaja del hosting compartido es que los recursos de CPU, memoria RAM, almacenamiento y ancho de banda se comparten entre todos los proyectos web alojados en el servidor, por lo que tu proyecto puede verse afectado si uno de ellos se sobrecarga o es víctima de un ataque DDOS, ya que dicho sitio consumirá los recursos del servidor por un tiempo, limitando seriamente a los demás sitios alojados.

Esto no ocurre con el hosting VPS, porque, aunque compartes un mismo servidor físico, cuentas con un VPS dedicado, que garantiza recursos exclusivos a tu proyecto web, que podrá estar activo 24/7 y no tendrá que competir por tiempo de CPU, memoria o almacenamiento.

Con un servidor dedicado disfrutarás de máxima confiabilidad, ya que todos los recursos del servidor físico están dedicados a tus proyectos web alojados, que jamás se verán afectados por las operaciones de otros usuarios.

Nivel de personalización

Los planes de hosting compartido limitan el nivel de personalización del servidor, es decir, los usuarios, por lo general, no pueden instalar software, deben trabajar con el sistema operativo y las herramientas ya instaladas.
El nivel de personalización con un servidor VPS es mucho mayor. Como usuario, puedes instalar el sistema operativo que prefieras, así como las herramientas que necesitas. Incluso, en la mayoría de casos, tienes la posibilidad de administrar el servidor.

Un servidor dedicado te brinda todas las posibilidades de personalización. Puedes instalar el sistema operativo y todo el software optimizado que cumpla con los requisitos de tu proyecto web. Tienes total acceso como usuario root, lo que te permite modificar cualquier aspecto del servidor.

Escalabilidad

Cuando necesitas ampliar tu sitio o aumentar la cantidad de almacenamiento que necesitas, un VPS es una excelente opción. Gracias a que esta modalidad de hosting te ofrece un alto nivel de escalabilidad, puedes obtener los recursos que necesitas de forma casi inmediata y con mínimas limitaciones.
Lo que ocurre con el hosting compartido, debido a que los planes son más cerrados y no permiten cambios inmediatos.